Hace como dos años viaje a Colombia y el vuelo de ida no fue muy agradable que digamos, niños llorando, por “accidente” me regaron gaseosa en mi pantalón, el vuelo se retraso, en fin me paso de doto como ese programa argentino el peor día de tu vida.

Creo que nunca me había pasado nada parecido, y aunque el viaje que realice a Brasil fue muy bacano, también fue manchado un poco por los problemas de los vuelos.

El 15 de Diciembre, muy contentos, y dispuestos a tomar un largo día de viaje nos dirigimos al Aeropuerto de Atlanta a tomar nuestro vuelo con destino a Miami, por American Airlines (AA), en Miami tomaríamos la conexión hasta Sao Paulo por la Aerolínea Tam, el vuelo de Atlanta salía a las 5:55 así que a las 3 ya estábamos en el aeropuerto con nuestras maletas y la emoción de ir a visitar a la familia de Katia, cuando pasamos a counter, la sorpresa fue que la gente de Tam había cambia do el vuelo de hora, de 9:30 de la noche a 7:30 de la noche, así que por matemática básica sabiendo que el vuelo de Atlanta a Miami es de aproximadamente 2 horas ya no teníamos conexión para Sao Paulo.

Con toda la rabonada que nos dio por que no nos avisaron del cambio nos fuimos para Miami, en el avión no hacíamos mas sino pensar en que íbamos a hacer, en diciembre es muy difícil conseguir vuelo por que todo el mundo quiere viajar así que ya estábamos pensando en que íbamos a tardar por lo menos dos días en llegar a Goiania.

El itinerario que teníamos al principio era así:

Atlanta – Miami, 5:55 p.m. – 7:55 p.m.

Miami – Sao Paulo 9:30 p.m. – 8:40 a.m. (el vuelo es de casi 9 horas pero la diferencia horaria es de 3 Horas mas en Brasil)

Sao Paulo – Brasilia 9:30 a.m. – 10: 30 a.m.

Brasialia – Goiania 11:10 a.m. – 11:40 a.m.

Así que ya estábamos preparados para volar por casi un día completo.

Cuando llegamos a Miami lo primero que hicimos fue ir a Tam y explicarles lo que había pasado ellos nos dijeron que no había nada que hacer que nos daban estadía en un hotel y comida y que teníamos que salir en el siguiente vuelo, es decir Sabado 16 de dic. a las 7:30 p.m., perderíamos un día en Brasil y nos tocaría quedarnos en Miami todo el día.

Cuando fuimos al counter de American Airlines en Atlanta nos dijeron que ellos tenían un vuelo de Miami a Sao Paulo, pero que no podían ponernos hay por que ya teníamos las reservaciones con Tam, al recordar eso le preguntamos al manager de Tam que si había posibilidades de que al ellos ser partners, nos pudieran mandar en ese vuelo, (carita de perro regañado, a ver si funciona), nos pusieron un sello y nos dijeron que fuéramos a AA a ver si ellos tenían disponibilidad en el vuelo de las 11, que no nos aseguraban nada.

Una pequeña luz en el horizonte, llegamos allá y nos dijeron que al parecer el vuelo estaba lleno, o eso dijo la señorita en la entrada de la fila, de todas maneras continuamos en la fila, Katia fue de vuelta a Tam a hacer las reservaciones para el vuelo de el otro día, solo en caso que lo necesitáramos, mientras tanto yo dejaba pasar gente por que era mi turno y no tenia los pasajes, ni los pasaportes.

Por fin nos toco nuestro turno, gracias a dios alguien mas había tenido el mismo problema de nosotros, un Americano que iba a reunirse con su esposa en una ciudad de Brasil que no recuerdo, el ambiente estaba un poco tenso, cuando le dijimos a la persona que estaba en el counter, ella tomo los papeles y hablo con la manager ella estaba alterada por que ese no era responsabilidad de ellos sino de Tam, después de unos 15 minutos de suplicas de carita de yo no fui, lograron encontrar dos sillas desocupadas en el vuelo de las 11, eso si en sillas separadas, pero bueno vale huevo, ya estábamos camino a Brasil.

Ya en el avión, estaba buscando mi silla, nos toco separados como por unas 7 u 8 puestos, Katia estaba en la parte de atrás del avión, ya estaba sentada, cuando llegue yo ella hablo con el que estaba sentado al lado, y no era nada mas que el gringo que nos habíamos encontrado en el counter, el muy cordialmente accedió a cambiar de puesto conmigo.

Hasta hay todo iba perfecto, nos esperaban 8 horas de Vuelo, no teníamos conexión en Sao Paulo a Brasilia, y no sabíamos a que hora íbamos a llegar a la casa de la familia de Katia, aun nos quedaban dos aeropuertos mas y un almuerzo servido que aun no sabíamos si íbamos a poder comer.

Este viaje Continuara…………